Los lunares de los vestidos de flamenca se han convertido en un icono de España dentro y fuera de nuestras fronteras. Pero ¿en qué momento se aunaron los lunares con el flamenco y por qué?
Lo plástico, lo visual y lo escénico pudieron aunarse en beneficio de la estética del arte flamenco sobre los volantes de los vestidos de las gitanas.
Los lunares son a día de hoy un símbolo de lo español, que como el cante más jondo: se ha sentido, alardeado y divulgado con sentimiento y hasta “con duende” sin que se supiera con demasiado acierto por qué.
Los lunares como los gitanos y el flamenco estuvieron estigmatizados llegando a ser prohibidos (Heredia Martínez, 2019) dentro de los límites de la nación. ¿En qué momento de la historia, entraron los lunares en escena beneficio de la estética del arte flamenco que lleva lunares por bandera?
La comunidad gitana española no termina de ser bien aceptada por tener asociados estereotipos negativos dentro y fuera del flamenco, llegando a utilizarse el término gitano como adjetivo de connotaciones negativas. Tan negativo llegó a ser gitano en épocas pasadas, que los gitanos fueron perseguidos y despojados de sus ropas y costumbres para poder sobrevivir dentro de España, siendo la mujer gitana por ser mujer y ser gitana doblemente castigada. Con la llegada del siglo XVIII y la aparición de las primeras ferias de ganado en Sevilla, la figura de la vendedora gitana se fue creando entre delantales, jaleos y buñuelillos. ¿Pero a quién le importa la imagen de las gitanas?